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¿Cómo se formó finalmente la Luna?

Una nueva teoría contradice lo que creíamos saber hasta ahora.

La nueva teoría apunta a que nuestro satélite, la Luna, se formó no como resultado de una colisión gigante única (Theia) sino por una serie de grandes impactos concatenados. Esto explicaría el motivo por el que la Luna parece estar compuesta por material muy parecido al de la Tierra y no por una combinación de remanentes terrestres y de restos de otro planeta.

Los responsables de esta teoría son un equipo de científicos del Instituto Weizmann de Ciencias en la Universidad de Rejovot (Israel), que realizó alrededor de 1.000 simulaciones numéricas de grandes cuerpos planetarios -que no gigantescos- impactando contra la Tierra en su etapa de formación. En estas simulaciones, los impactos produjeron discos de escombros o desechos, que estarían formados probablemente por material terrestre. Estos escombros habrían acabado acumulándose para originar una pequeña luna que habría migrado para fusionarse con una Luna en crecimiento, según apuntan los expertos.

Así pues, el origen de la Luna no habría que buscarlo en un único instante geológico, sino en alrededor de 20 impactos que se habrían producido durante muchos millones de años, y que conformaron lo que en la actualidad es nuestro satélite natural.

Sin embargo, los mismos científicos apuntan que deben buscarse más evidencias para confirmar que esta hipótesis es realmente la correcta. Con suerte, el programa espacial chino Chang'e 5 con destino la Luna podría ofrecernos la solución a este vetusto dilema. La misión espacial recogerá la primera muestra de rocas lunares desde las famosas misiones Apolo.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature Geoscience.


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