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Descubiertos en Marruecos los fósiles más antiguos de la especie humana

Hallazgos recientes hacen retroceder en 100.000 años el origen de Homo sapiens y apuntan a la compleja historia evolutiva de la humanidad, que habría tenido lugar en toda África.

 

 

Reconstrucción del cráneo del Homo sapiens más antiguo conocido hasta ahora, cuyos fósiles se han hallado en Jebel Irhoud (Marruecos). La reconstrucción se ha basado en la microtomografía computarizada de múltiples fósiles originales. Datados de hace 300.000 años, estos humanos ya presentaban un rostro similar al actual. Sin embargo, la morfología de su cavidad craneal (azul) indica que la forma del cerebro, y posiblemente también su función, evolucionaron dentro del propio linaje de Homo sapiens.

 

Una historia familiar de 7 millones de años.La andadura del linaje humano comenzó hace siete millones de años. Hasta hace poco, los investigadores creían conocer bien este proceso. Sin embargo, los avances de los últimos años en paleoantropología, genética, climatología y psicología han trazado un panorama de la evolución humana mucho más rico de lo que se pensaba. Este número monográfico ha reunido a expertos de varios campos para repasar el pasado, presente y futuro de una especie y una disciplina que siguen evolucionando.

 

Nuevos fósiles y herramientas de piedra descubiertos en el yacimiento arqueológico de Jebel Irhoud, en Marruecos, hacen retroceder los orígenes de nuestra especie unos 100.000 años y demuestran que hace unos 300.000 años tuvieron lugar en una gran parte de África cambios importantes en nuestra biología y comportamiento.

 

Un equipo internacional de investigadores dirigido por Jean-Jacques Hublin, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, y Abdelouahed Ben-Ncer, del Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio, en Rabat, han descubierto huesos fósiles de Homo sapiens junto con herramientas de piedra y huesos de animales en Jebel Irhoud. Los hallazgos datan de hace unos 300.000 años y constituyen la prueba fósil más antigua de nuestra especie. Son 100.000 años más antiguos que los fósiles considerados hasta ahora los más antiguos de nuestra especie. Los descubrimientos, que se describen en dos artículos recién publicados en Nature, revelan la compleja historia evolutiva de la humanidad, que probablemente sucedió en todo el continente africano.

 

Los datos genéticos de los humanos actuales y de los restos fósiles apuntan al origen africano de nuestra especie, Homo sapiens. Con anterioridad, los fósiles más antiguos de Homo sapiens, datados de hace 195.000 años, se habían hallado en el yacimiento de Omo Kibish, en Etiopía. En Herto, también en Etiopía, se había descubierto otro fósil de nuestra especie de 160.000 años. Hasta ahora, la mayoría de los investigadores creían, pues, que todos los humanos actuales descendíamos de una población que vivió en el este de África hace unos 200.000 años, pero los nuevos datos revelan que Homo sapiens ya se había extendido antes por todo el continente africano, hace unos 300.000 años. «Mucho antes de su dispersión fuera de África, se produjo una dispersión dentro del continente», comenta Hublin.

 

El yacimiento de Jebel Irhoud era conocido desde la década de 1960 por sus fósiles humanos y sus artefactos de la Edad de Piedra Media. Sin embargo, la interpretación de los restos de los homininos había resultado complicada desde hacía tiempo por las persistentes incertidumbres que rodeaban su antigüedad. La nueva excavación, que comenzó en 2004, reveló nuevos fósiles de Homo sapiens, que aumentaron de seis a 22. Los restos corresponden a cráneos, dientes y huesos largos de al menos cinco individuos. Para establecer su cronología, los investigadores utilizaron el método de datación por termoluminiscencia de piedras talladas calentadas con fuego halladas en los mismos depósitos, lo que arrojó una antigüedadad de unos 300.000 años. También emplearon métodos mejorados de resonancia de espín electrónico para la datación de los fósiles y obtuvieron datos concordantes con esa edad.

 

Los cráneos de los humanos actuales se caracterizan por una combinación de rasgos que nos diferencian de otras epecies emperentadas con la nuestra: un rostro pequeño y grácil y una cavidad craneal globular. Los fósiles de Jebel Irhoud exhiben un rostro y dientes similares a los actuales, y también presentan una gran cavidad craneal, aunque de aspecto más arcaico. Hublin y su equipo utilizaron la novedosa técnica de microtomografía computarizada y análisis estadísticos para demostrar que la forma de la cara de los ejemplares de Jebel Irhoud resultaba casi indistinguible de la de los humanos actuales. «La forma interior de la cavidad craneal refleja la forma del cerebro», explica Philipp Gunz, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. «Nuestros hallazgos sugieren que la actual morfología facial de los humanos surgió al inicio de la historia evolutiva de nuestra especie, y que la forma del cerebro, y posiblemente también las funciones cerebrales, evolucionaron dentro del linaje de Homo sapiens», dice Gunz.

 

La morfología y la edad de los fósiles de Jebel Irhoud también corroboran la interpretación de un enigmático cráneo parcial hallado en Florisbad, en Sudáfrica, que se había atribuido a un representante primitivo de nuestra especie. Los fósiles más antiguos de Homo sapiens se han encontrado, pues, en todo el continente africano: Jebel Irhoud, Marruecos (300.000 años), Florisbad, Sudáfrica (260.000 años) y Omo Kibish, Etiopía (195.000 años). Ello indica la compleja historia evolutiva de nuestra especie, que tuvo lugar en todo el continente africano.

«El norte de África no se había tenido en cuenta desde hace mucho tiempo en los debates acerca del origen de nuestra especie. Ahora, los descubrimientos espectaculares de Jebel Irhoud demuestran las estrechas conexiones del Magreb con el resto del continente africano en el momento de la aparición de Homo sapiens», comenta Ben-Ncer.

Descubre un nuevo Homínido contemporáneo a Lucy

Descubierto un nuevo homínido contemporáneo a ‘Lucy’

 

En la región de Afar, en Etiopía, un equipo internacional de científicos ha hallado los fósiles de mandíbula y dientes pertenecientes a una nueva especie de homínido –Australopithecus deyiremeda– que vivió hace entre 3,3 y 3,5 millones de años. El hallazgo demuestra que el nuevo homínido compartió territorio con Australopithecus afarensis, con el que también coincidió en el tiempo. Esto supone la primera evidencia de que más de una especie de homínidos convivió a la vez.

 

Hace más de 3 millones de años, la nueva especie Australopithecus deyiremeda –de dia-ihreme-dah, ‘pariente próximo’ en la cultura oral del pueblo afar– vivía en las extensas llanuras de la región de Afar en Etiopía. Compartió este territorio de África oriental con Australopithecus afarensis, especie a la que pertenece Lucy descubierta por el equipo de Donald Johanson, Yves Coppens y Tim White en 1974 en el yacimiento de Hadar, y que existió hace entre 2,9 y 3,9 millones de años.

Durante años, la comunidad científica ha debatido si la especie de Lucy era el único homínido que vivió en la región en esa época. Con los descubrimientos de fósiles como los de Australopithecus bahrelghazali en Chad y los de Kenyanthropus platyops en Kenia se intentó desafiar este paradigma clásico en paleoantropología humana; lo que no fue completamente aceptado por los científicos.

“La nueva especie proporciona, por primera vez, una prueba de que más de una especie de homínidos se superpusieron en el espacio y en el tiempo”

Ahora, un estudio publicado en Nature confirma el hallazgo en el área de Woranso-Mille en Etiopía de otro homínido, Australopithecus deyiremeda, cuyos restos (mandíbula superior e inferior y piezas dentales) se han encontrado a tan sólo 35 km del lugar donde se documentó por primera vez el Australopithecus afarensis.

“La nueva especie proporciona, por primera vez, una prueba de que más de una especie de homínidos se superpusieron en el espacio y en el tiempo”, explica a Sinc Yohannes Haile-Selassie, investigador en el Museo de Historia Natural de Cleveland (EE UU) y autor principal del trabajo.

Pero Lucy y Australopithecus deyiremeda compartieron más que el territorio: coexistieron al mismo tiempo. Según los investigadores, es probable que el A. Afarensis no fuera el único ancestro que dio origen a todos los homínidos posteriores. “Las evidencias fósiles del área de estudio de Woranso-Mille muestran claramente que, como mínimo, hubo dos especies –si no tres– de ancestros humanos que vivieron en el mismo momento en un área de proximidad geográfica”, añade el investigador.

En busca de la tercera especie

Esta posible tercera especie, que aún no tiene un taxón asignado, corresponde a los restos fósiles de un pie de homínido datado hace 3,4 millones de años, y descubierto en el área de Burtele por el equipo del profesor Haile-Selassie, y cuyo hallazgo se publicó en la revista Nature en 2012.

“Aunque todavía no se ha podido asociar a ninguna especie en concreto, este homínido fósil es un ejemplar de gran interés científico ya que muestra otros patrones de adaptación a la locomoción de los homínidos hace más de 3 millones de años en esta región de África”, subraya Luis Gilbert, investigador en la Universidad de Barcelona, miembro del equipo investigador en Woranso-Mille desde 2010 y responsable de la contextualización cronoestratigráfica y sedimentológica de los fósiles encontrados en los yacimientos de la zona. 

La morfología de este pie sugiere un modo distinto de locomoción bípeda típica, pero también tenía un dedo gordo torcido hacia dentro para agarrar, similar a la estructura de otra especie: los Ardipithecus ramidu.

A pesar de no existir una asociación clara entre el pie y las mandíbulas y dientes de Australopithecus deyiremeda, “no se puede descartar que estos restos fósiles pertenezcan a la misma especie debido a su proximidad en el espacio y en el tiempo”, afirma Haile-Selassie.

Un pariente más que cercano

La aparición del homínido Australopithecus deyiremeda tiene importantes implicaciones para la comprensión del linaje evolutivo de la especie humana

Como su nombre indica, Australopithecus deyiremeda era un pariente cercano a los homínidos posteriores, pero sus características morfológicas de las mandíbulas y dientes demuestran que era diferente a otros ancestros de los humanos con los que convivió.

“La nueva especie tiene el esmalte dental más grueso y la mandíbula inferior más robusta que el Australopithecus afarensis y que el Kenyanthropus platytops”, indica el antropólogo estadounidense. Estas particularidades apuntarían a un patrón de dieta más rico y variado que en el caso de A. afarensis, y probablemente más similar al del género Homo.

El estudio recalca además la similitud entre la nueva especie y algunas características morfológicas en mandíbulas y dientes generalmente asociadas con los géneros Paranthropus y Homo, como son el cuerpo mandibular relativamente sólido y el espesor del esmalte dental, que por primera vez aparecen en el registro fósil mucho antes de lo que se pensaba.

“La cronología de los nuevos fósiles de Woranso-Mille está muy bien delimitada por la geología regional, la datación radiométrica y los datos paleomagnéticos”, explica Beverly Saylor, experta de la Universidad de la Reserva Case Western y coautora del artículo.

La aparición del homínido Australopithecus deyiremeda tiene importantes implicaciones para la comprensión del linaje evolutivo de la especie humana. El hallazgo también plantea nuevas incógnitas sobre el uso del territorio común y los recursos disponibles para las diferentes especies de homínidos en Afar.

“Siempre que se encuentra un fósil importante, hay un gran debate científico —apunta Lluís Gibert—, y sin duda, este nuevo hallazgo generará nuevas discusiones sobre los orígenes humanos”.

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